Un etiquetado nutricional centrado en el valor energético

Última actualización : 08 June 2006
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    La etiqueta nutricional es una herramienta importante que los fabricantes de alimentos pueden utilizar para comunicar información esencial sobre el valor nutritivo y la composición de sus productos. En principio, constituye un instrumento que permite al consumidor tomar decisiones sobre su dieta y estilo de vida con conocimiento de causa. Sin embargo, parece ser que las etiquetas nutricionales no siempre transmiten el mensaje de forma eficaz.

    En 2004, EUFIC realizó un estudio sobre las expectativas de los consumidores con respecto a las etiquetas nutricionales. Sus hallazgos revelaron que la mayoría de los consumidores no las consideran fáciles de usar y, por lo tanto, suelen ignorarlas. Algo positivo es que generalmente, los principios de la alimentación sana se conocen bien. Es más, hay un conocimiento aceptable de las nociones de "valor energético" y "calorías", aunque pocos consumidores saben realmente cómo aplicarlas.

    Basándose en los resultados de este estudio, EUFIC decidió investigar la posibilidad de utilizar un enfoque comunicativo diferente centrado en el valor energético para aumentar el interés de los consumidores por las etiquetas nutricionales. ¿Podría esto motivar a los consumidores a aprender más sobre nutrición y aplicar los principios nutricionales a su dieta diaria?

    Propuestas presentadas

    Se pidió a unos grupos de discusión formados por consumidores en cuatro países europeos (Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda) que expresaran sus reacciones ante diversas etiquetas modificadas de una serie de productos de marcas conocidas.

    Las modificaciones de la parte frontal del envase incluían un etiquetado simplificado con información sobre el contenido energético del producto presentada en distintas maneras y de forma cada vez más compleja.

    Las etiquetas de la parte trasera del envase mostraban, además de la información sobre nutrición que aparece normalmente, una repetición del etiquetado simplificado frontal con información sobre calorías y datos sobre un sitio web donde encontrar más información sobre nutrición.

    Etiquetado de la parte frontal del envase

    Los participantes consideraron que la información sobre el contenido energético de la parte frontal de los envases constituía una auténtica innovación que les gustaría encontrar en todos los envases. En su opinión, es un modo de ganar tiempo a la hora de hacer la compra, ya que da una idea rápida de la calidad nutricional del producto y que sería especialmente útil para evaluar productos desconocidos.

    Simplificar el mensaje

    Los etiquetados simplificado frontales más sencillos, que indicaban el contenido energético del producto por ración, idealmente, o por 100 g, fueron los más apreciados. Expresar el contenido calórico por 100 g permitía comparar más fácilmente con otros productos, mientras que las calorías por ración facilitaban el cálculo del consumo siempre y cuando el tamaño de una "ración" estuviera bien definido.

    Las referencias a las necesidades energéticas diarias también tuvieron una buena acogida, al contrario que los gráficos y porcentajes complicados. A algunos participantes les gustó el etiquetado simplificado frontal que indicaba la cantidad de ejercicio físico necesario para eliminar las calorías correspondientes a una ración, aunque la mayoría opinó que le estropeaba el placer de comer. Este tipo de información se consideraba más aceptable en las etiquetas de la parte trasera del envase.

    ¿Es conveniente centrarse en el valor energético?

    La mayoría de los participantes consideraba que la información sobre el valor energético era apropiada y casi todos relacionaban esta información con el control del peso. Sin embargo, algunos consumidores, especialmente los de más edad, consideraban que la información sobre el contenido de sal y grasas era también importante.

    La motivación para aprender y cambiar hábitos alimentarios

    Los participantes de estos grupos conocían bien el concepto de "alimentación sana" y las cuestiones relacionadas con el estilo de vida, debido a la constante información en los medios de comunicación y por parte de las autoridades públicas. La mayoría consideró que las etiquetas simplificadas frontales les ayudarían a reflexionar más sobre sus hábitos alimentarios. Las personas con acceso a Internet opinaron que la dirección del sitio web era un aporte interesante para obtener ayuda y un asesoramiento neutral sobre calorías y otros aspectos de la alimentación.

    Se puede mejorar

    Aunque los consumidores consideraron que la ilegibilidad, las incoherencias y la terminología de las etiquetas siguen planteando problemas, todos estuvieron de acuerdo en que las iniciativas propuestas eran un paso positivo. En general, las reacciones a las modificaciones coincidieron en todos los países y grupos.