Un Futuro Sostenible para el Cacao

Última actualización : 03/07/2006
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    "Theobroma cacao" significa "alimento de los dioses". También es la denominación botánica del árbol del cacao, un cultivo apreciadísimo desde hace miles de años. La satisfacción de la creciente demanda de chocolate en el mundo resulta un tema de gran interés para un estudio monográfico sobre el desarrollo de la agricultura sostenible.

    Hoy en día, más de 20 millones de personas de todo el planeta dependen directamente del cultivo del cacao para subsistir. Prácticamente el 90% de la producción de cacao procede de minifundios de superficie inferior a 5 hectáreas. El empleo de fertilizantes es bastante limitado; sin embargo, el de insecticidas y fungicidas resulta indispensable debido a la profusión de plagas y enfermedades. Se calcula que alrededor del 30% de la producción de cacao del mundo se malogra a causa de los embates de unas u otras. Sin embargo, no siempre puede aplicarse un tratamiento químico, ya sea debido a la naturaleza de las plagas o porque los productos son demasiado caros para la mayoría de los agricultores. En cualquier caso, debería disminuirse su consumo con el fin de reducir la contaminación ambiental, así como los riesgos para la salud de los agricultores.

    Otro de los retos a los que se enfrenta el cultivo de cacao es la escasez cada vez mayor de áreas de cultivo adecuadas. El incremento de la producción mundial de 1,5 millones de toneladas en 1984 a 2,7 millones en 1998 se debió casi exclusivamente al aumento de la superficie destinada a este producto, mientras que la productividad se mantuvo deficiente. Las nuevas zonas de producción se ubicaron en terrenos deforestados, que empiezan a escasear. Entretanto, muchas de las regiones de producción tradicionales tienen viejos árboles que rinden poco y que sería conveniente reemplazar.

    Resistencia incorporada

    Tanto las organizaciones de investigación como la industria del cacao están buscando soluciones a estos problemas. Dado que, previsiblemente, seguirán predominando los pequeños productores de este cultivo, no resultaría eficaz implantar cambios tecnológicos, que requieren grandes inversiones, especialmente cuando el precio del cacao está a la baja. La introducción y explotación de variedades más productivas y resistentes a las plagas y las enfermedades sería, por lo tanto, una de las soluciones más rentables y ecológicas que podría proponerse para superar las cortapisas a las que se ve sujeta la producción del cacao. Aún no se han desarrollado árboles dotados de resistencia a la mayoría de las enfermedades y las plagas, aunque en las plantas de cultivo existe ya un gran potencial genético de resistencia.

    Trabajo en equipo

    Existen varios programas internacionales consagrados al desarrollo de estos métodos optimizados y sostenibles para la producción del cacao. Las organizaciones de investigación de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos comparten el mismo objetivo general, aunque cada una está especializada en un aspecto diferente. En los últimos años, se han desarrollado nuevas técnicas que podrían contribuir significativamente a la creación de variedades mejoradas, cuyo rendimiento sería mucho mayor. Se está organizando la recolección de material vegetal del cacao, como ocurre en Trinidad, y desde finales de los setenta, se vienen realizando esfuerzos sistemáticos para analizar el material de esta planta, observando sobre todo sus rasgos morfológicos.

    El desarrollo de la tecnología de los marcadores de ADN ha revolucionado este ejercicio y ha permitido conocer más a fondo la diversidad genética del material recogido. Además de permitir comprender mejor la biodiversidad, estas técnicas pueden emplearse asimismo para identificar individualmente en cada árbol las características que le permiten adquirir una mayor resistencia a las enfermedades. A título de ejemplo, varios institutos de investigación franceses, en colaboración con los países productores, están realizando un proyecto para la identificación de los árboles dotados de resistencia a la denominada "vaina negra", una de las afecciones micóticas que más afectan al cacao. Estos árboles pueden utilizarse luego en los programas de cultivo convencionales, o reproducirse por clonación, proporcionando así a los agricultores ejemplares de mayor rendimiento, con el fin de garantizarles un futuro sostenible.

    La integración de todos estas nuevas técnicas en un programa moderno de cultivo del cacao constituiría una contribución sustancial a la mejora de la producción dentro de este sector.