¿Son las frutas y verduras de temporada mejores para el medioambiente? | Eufic

¿Son las frutas y verduras de temporada mejores para el medioambiente?

Última actualización : 15 January 2024
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    La globalización y distribución masiva de frutas y verduras en todo el mundo nos permite disfrutar de una gran variedad de productos en cualquier época del año. Comer más frutas y verduras de temporada se ha convertido en un mensaje cada vez más popular para mejorar la sostenibilidad de nuestra dieta. Sin embargo, la temporada es difícil de definir y debemos explorarla más a fondo, así como el impacto medioambiental de nuestras frutas y verduras.

    Las frutas y verduras son una parte importante de una dieta saludable y sostenible. Proporcionan vitaminas esenciales, minerales y fibra dietética, y suelen tener un impacto medioambiental menor que los alimentos de origen animal.1 Cada vez escuchamos más el consejo de "comer de temporada" para ayudar a reducir nuestra huella medioambiental, pero ¿en qué medida afecta la temporada a la huella medioambiental de las frutas y verduras que comemos?

    ¿Qué significa "de temporada"?

    Cada tipo de fruta y verdura tiene su propio conjunto de condiciones específicas para un crecimiento y calidad ideales. Por esta razón, las frutas y verduras se cultivan y cosechan en diferentes lugares y en diferentes estaciones a lo largo del año. Por ejemplo, las naranjas son plantas sensibles al clima y crecen mejor en lugares con veranos secos y cálidos como España, Italia y Grecia.2,3

    El término "de temporada" no está bien definido y varía según el contexto en el que se utiliza. Para algunos, "de temporada" es sinónimo de alimentos cosechados "localmente", para otros está estrechamente relacionado con eventos culturales y, para un tercer grupo, implica volver a conectar con los orígenes de los alimentos y aprender sobre las estaciones naturales de cultivo. Aunque se trata de definiciones dignas y de razones para comer más "de temporada", las diferencias muestran la falta de claridad en torno al término y lo complicado que puede ser definir las "frutas y verduras de temporada". 4

    Para el propósito de este artículo utilizaremos las definiciones de alimentos de temporada del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) del Reino Unido, cuyos principales aspectos dependen de cuándo se produjeron los alimentos y dónde se consumieron (figura 1): 4,5

    • Temporada global: en función del lugar en el que se produce el alimento. Se refiere a los alimentos que se producen en temporada, pero no necesariamente se consumen en el lugar donde se cosechan localmente. Por ejemplo, las manzanas cultivadas y cosechadas durante la temporada de crecimiento en Nueva Zelanda, pero consumidas en Europa durante las temporadas de primavera y verano.
    • Temporada local: en función del lugar en el que se producen y luego consumen los alimentos. Se refiere a los alimentos que se cosechan y consumen localmente durante la temporada natural de cultivo. Por ejemplo, manzanas cultivadas y cosechadas durante el verano y el otoño, y consumidas en octubre, en Europa.

    ¿Cuál es el impacto medioambiental de las frutas y verduras de temporada?

    Los alimentos que comemos no solo afectan a nuestra salud, sino también a la salud del medioambiente. Estos impactos medioambientales se miden utilizando un método conocido como evaluación del ciclo de vida (ECV). Esta técnica nos ayuda a medir y comprender el impacto de los alimentos en el medioambiente en todas las etapas de la cadena de suministro: desde el cultivo, la cosecha, el almacenamiento y el transporte hasta el consumo (figura 2). Muchos estudios se centran en estimar la huella de carbono a través de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, es importante recordar que las emisiones de gases de efecto invernadero son solo una parte de una complicada historia sobre el impacto medioambiental y la sostenibilidad de la producción de alimentos. Otras mediciones incluyen la huella hídrica y la contaminación, la contaminación por fertilizantes y la tierra utilizada: es complicado incluir la totalidad de todos estos impactos en todos los estudios.4,6 En este artículo solo nos centraremos en las emisiones de gases de efecto invernadero.

    Mediante el uso de la ECV, los investigadores han descubierto que el sistema alimentario mundial es responsable de alrededor del 26 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).1 Sin embargo, existen grandes diferencias en la cantidad de gases de efecto invernadero que emiten los diferentes tipos de alimentos. En general, las frutas y verduras emiten menos emisiones de efecto invernadero que los productos de origen animal como la carne de vacuno y los productos lácteos, de hecho, entre 10 y 50 veces menos.1

    ¿Qué pasa con las frutas y verduras de temporada? Los beneficios medioambientales de las frutas y verduras de temporada se atribuyen a menudo a las distancias más cortas que recorren. Aunque el tipo de transporte puede ser significativo en el caso de algunas frutas y verduras, como ocurre con los productos transportados por vía aérea (por ejemplo, bayas, frutas tropicales y judías verdes), la contribución del transporte a la huella de carbono suele ser menor que las emisiones provenientes de los métodos de producción.1 Aunque los invernaderos con clima controlado pueden suponer un menor uso de la tierra, menos desperdicio de alimentos, menores pesticidas y altos rendimientos, la energía necesaria para calentar estos edificios es significativa. Tanto es así, que la temporada global también puede ser una opción respetuosa con el medioambiente. Veamos algunos ejemplos:

    Cuando los tomates se cultivan localmente, pero fuera de su temporada, en invernaderos con calefacción, su huella de carbono es mayor que la de los que se cultivan fuera de temporada en España y luego se transportan, por ejemplo, al Reino Unido. La huella de carbono de los tomates de temporada en España es menor porque los invernaderos requieren mucha energía y, al hacerlo, emiten emisiones de gases de efecto invernadero. Estas emisiones suelen ser superiores a las emitidas por el transporte desde España al Reino Unido.6
    Las manzanas locales que se cosechan en octubre en Europa, pero se almacenan hasta agosto del año siguiente y luego se consumen localmente, tendrían una mayor huella de carbono que si las manzanas se cosecharan de forma local y por temporada en Nueva Zelanda, se enviaran y se comieran en Europa fuera de la temporada europea de la manzana. Esto se debe a que a medida que aumenta el tiempo de almacenamiento en los frigoríficos, también aumenta la cantidad de energía necesaria, con lo que se emiten más emisiones de gases de efecto invernadero.6

    El panorama general que se desprende de la investigación es que las frutas y verduras con menos emisiones de gases de efecto invernadero son las que se cultivan al aire libre durante su temporada natural, sin un gran uso de energía adicional, y se consumen en el mismo país o región. Estas tienen ventajas medioambientales porque utilizan menos energía para calefacción o iluminación artificial, para refrigeración y almacenamiento y evitan pérdidas durante el almacenamiento, lo que en general contribuye a producir menos emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con las frutas y verduras que se cultivan bajo protección, se importan o se almacenan.4,5

    Mapa interactivo europeo de frutas y verduras de temporada

    Echa un vistazo a ejemplos de frutas y verduras de temporada y locales en países de toda Europa.

    ¿Son más nutritivas las frutas y verduras de temporada?

    Pues bien, las evidencias indican que el valor nutricional de las frutas y verduras es más alto inmediatamente después de la cosecha y disminuye con el tiempo. Una vez que se cosechan las frutas y verduras, se transportan y se almacenan para reducir su deterioro y mantener su calidad nutricional. Aunque el almacenamiento y el transporte se han relacionado con la disminución de algunos niveles de micronutrientes, las pérdidas siguen siendo mínimas en términos de los beneficios generales para la salud cuando se comparan con no comer fruta ni verdura en absoluto.4

    ¿Debemos comer frutas y verduras de temporada?

    En una palabra: sí. Comprar frutas y verduras locales y de temporada puede significar que obtienes una mayor variedad de productos para elegir y, en algunas situaciones, los alimentos de temporada producidos localmente pueden ser la mejor opción medioambiental. Sin embargo, elegir frutas y verduras de producción local y de temporada es solo un aspecto de una alimentación más sostenible. Es igualmente importante aumentar en la dieta los alimentos de origen vegetal, como la fruta y la verdura, reducir los de origen animal, como la carne de vacuno y los lácteos, y minimizar el desperdicio de alimentos.

    Cuando se trata de una dieta sostenible, se trata más de lo que comes, que de dónde proviene la comida.

    Aunque los productos locales y de temporada pueden tener un impacto medioambiental menor, la temporada global no solo ha ayudado a expandir los mercados mundiales de alimentos, sino, lo que quizás es más importante, ha ayudado a proporcionar un suministro más variado y constante de frutas y verduras durante todo el año, ayudando a aumentar la diversidad de tu dieta y asegurándote que obtienes un buen equilibrio de micronutrientes durante todo el año, especialmente si vives en un país que tiene temporadas de producción limitadas.4

    Consejos para elegir frutas y verduras con menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)

    No siempre está claro de dónde proviene la fruta o verdura que compras en el mercado. Puede que veas un cartel con el país donde se ha cultivado, pero es casi imposible saber si se ha cultivado en un invernadero o si se ha transportado en camión o tren. Aquí tienes algunos consejos útiles sobre cómo elegir frutas y verduras con menos emisiones de gases de efecto invernadero (figura 3) 7:

    • Reducir los productos fuera de temporada altamente perecederos y transportados vía aérea: las frutas blandas frágiles, altamente perecederas y fuera de temporada (bayas, cerezas) o frutas exóticas (lichis, papayas, maracuyá) y las verduras fuera de temporada (espárragos, judías verdes, guisantes) se suelen transportar en avión porque se estropean más rápido. Esto aumenta enormemente sus emisiones de gases de efecto invernadero.
    • Reducir los productos de estilo mediterráneo fuera de temporada: a menudo se cultivan en invernaderos climatizados en toda Europa o bajo protección (a veces con calefacción) en el extranjero, todo lo cual requiere un aporte de energía adicional. Algunos ejemplos son los tomates, calabacines, berenjenas, pimientos, ensaladas y pepinos.
    • Productos precocinados: se incluyen los productos troceados o picados, como bolsas de ensalada, cuencos, ensaladas de frutas y frutas y verduras precortadas, como la piña cortada. Por lo general, implican aportes de energía adicionales, desde el lavado y la refrigeración hasta el envasado en plástico, en comparación con las frutas y verduras enteras.
    • Familiarízate con las frutas y verduras de temporada de tu país: utiliza el mapa interactivo de la EUFIC para obtener más información sobre lo que ofrece tu país en cada estación.

    Las frutas y verduras que se cultivan en el exterior durante su temporada natural y se consumen en el mismo país suelen tener las emisiones de gases de efecto invernadero más bajas y se consideran más respetuosas con el medioambiente. Aunque comer más frutas y verduras locales y de temporada generará algunos beneficios medioambientales, es solo una parte de una dieta sostenible. Otras estrategias, como reducir el consumo de productos de origen animal y reducir el desperdicio de alimentos, son también parte esencial de una dieta saludable y sostenible.

    Referencias

    1. Poore, J., & Nemecek, T. (2018). Reducing food’s environmental impacts through producers and consumers. Science, 360(6392), 987-992.
    2. Eurostat. (2020). Crop production in EU standard humidity. Accessed 22 June 2020.
    3. Futch, S., & Singerman, A. (2017). Inside Spain’s citrus industry. Accessed 22 June 2020.
    4. MacDiarmid, J. (2014). Seasonality and dietary requirements: will eating seasonal food contribute to health and environmental sustainability? Proceedings of the Nutrition Society, 73(3): 368-375. Doi: 10.1017/S0029665113003753.
    5. DEFRA. (2012). Understand the environmental impacts of consuming foods that are produced locally in season. Project. FO0412. Accessed 21 Feb. 2020.
    6. Edwards-Jones G. (2010). Does eating local reduce the environmental impact of food production and enhance consumer health? Proceedings of the Nutrition Society, 69: 582-591. Doi: 10.1017/S0029665110002004.
    7. Garnett, T. (2006). Fruit and Vegetables & UK Greenhouse Gas Emissions: Exploring the Relationship. Working paper as part of the Food Climate Research Network. Accessed 22 June. 2020.