Alternativas de origen vegetal a los lácteos: Perspectivas de los dietistas-nutricionistas en España
Last Updated : 12 June 2025Las alternativas de origen vegetal a los lácteos, como las bebidas y yogures elaborados con legumbres (por ejemplo, soja), avena, frutos secos (por ejemplo, almendras), arroz o coco, se han hecho cada vez más populares en los últimos años. Para conocer la opinión de los dietistas-nutricionistas en España sobre estos productos, el EUFIC realizó una encuesta on-line entre marzo y mayo de 2025. La encuesta se compartió con asociaciones nacionales y regionales de dietistas-nutricionistas, incluyendo tanto a profesionales como a estudiantes. También se distribuyó a instituciones académicas que ofrecen programas de nutrición y dietética. Además, la encuesta se promocionó a través de las redes sociales de EUFIC y de influencers españoles que son dietistas-nutricionistas dentro de la red de EUFIC. Un total de 259 dietistas-nutricionistas (incluidos estudiantes de 4º curso o estudiantes de máster - 21%) completaron la encuesta. De ellos, el 53% trabajaba directamente con clientes/pacientes.
Este resumen presenta las principales conclusiones de la investigación.
Creencias y conocimientos generales
Una gran mayoría (88%) de los dietistas-nutricionistas está de acuerdo en que las alternativas de origen vegetal a los lácteos pueden formar parte de una dieta saludable. La mayoría de los dietistas-nutricionistas reconoció que las alternativas de origen vegetal a los lácteos no contienen lactosa (90%) ni colesterol (68%), y comprendió que el perfil nutricional de estos productos varía en función de la fuente vegetal de la que están hechos (83%).
En cuanto a la fortificación, el 81% de los dietistas-nutricionistas cree que las alternativas de origen vegetal a los lácteos deben fortalecerse con vitaminas y/o minerales. No obstante, tendieron a sobrestimar el nivel de fortificación de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en España. Mientras que el 17%1 de las alternativas de origen vegetal a los lácteos del mercado español están fortificadas con al menos un micronutriente, los participantes, de media, estimaron que este porcentaje era del 55% (con estimaciones individuales que variaban ampliamente entre el 10% y el 100%). El calcio, la vitamina D y la vitamina B12 fueron los micronutrientes más mencionados por los dietistas-nutricionistas como los más utilizados para fortificar estos productos en España.
Uso actual en la práctica profesional
Entre los dietistas-nutricionistas que trabajan directamente con clientes/pacientes, muchos (40%) indicaron que recomendaban alternativas vegetales a los lácteos a más del 30% de sus clientes/pacientes. El 37% los recomendaba a entre el 10% y el 30% de sus clientes/pacientes, y el 18% a menos del 10% de sus clientes/pacientes. Muy pocos dietistas-nutricionistas (5%) afirmaron no recomendar nunca alternativas vegetales a los lácteos. Entre los que actualmente no atienden a clientes/pacientes, el 87% indicó que recomendaría estos productos a los consumidores.
¿A qué se deben estas diferencias? La percepción del valor nutricional de las alternativas vegetales a los lácteos, en comparación con los lácteos, estaba relacionada con la frecuencia con la que los dietistas-nutricionistas las recomendaban. Aquellos que las consideraban nutricionalmente equivalentes a los lácteos (12%) tendían a recomendarlas con más frecuencia que quienes no estaban seguros de cómo se comparaban nutricionalmente (10%). Además, cuanto más familiarizados estaban los dietistas-nutricionistas con las alternativas de origen vegetal a los lácteos y cuanto más frecuentemente las consumían ellos mismos, mayor era la probabilidad de que las recomendaran.
Aproximadamente la mitad de los dietistas-nutricionistas recomendaría las alternativas de origen vegetal a los lácteos para aumentar la diversidad dietética o por motivos éticos y de sostenibilidad. No obstante, los motivos más comunes para recomendar las alternativas de origen vegetal a los lácteos incluían el control de la intolerancia a la lactosa o las alergias a los lácteos, así como la adaptación a dietas veganas y ‘plant-based’ (basadas en plantas) - el 87% de la muestra citó estos motivos. Otros factores, como la adaptación a restricciones dietéticas relacionadas con la cultura o la religión o la promoción de la salud digestiva o cardiovascular, se citaron con menos frecuencia.
El papel de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en la dieta
Aunque existe un amplio consenso en que las alternativas de origen vegetal a los lácteos pueden desempeñar un papel en una dieta saludable, las opiniones varían en cuanto a su papel específico en relación con los lácteos. El 46% de los dietistas-nutricionistas considera que las alternativas de origen vegetal a los lácteos pueden sustituir totalmente a los lácteos, aunque existe desacuerdo sobre si esto depende de que estén fortificadas. En concreto, entre quienes sostenían esta opinión, el 63% creía que solo las opciones fortificadas pueden sustituir totalmente a los lácteos, mientras que el 37% creía que las alternativas de origen vegetal a los lácteos pueden sustituir totalmente a los lácteos independientemente de si están fortificadas o no. El 15% de la muestra creía que las alternativas de origen vegetal a los lácteos solo pueden sustituir parcialmente a los lácteos, y aproximadamente un tercio opinaba que deben complementar a los lácteos sin sustituirlos. Solo el 7% opinaba que estos productos no pueden sustituir a los lácteos en absoluto.
Estas percepciones estaban estrechamente relacionadas con las actitudes a la hora de recomendar las alternativas de origen vegetal a los lácteos a los consumidores. Entre los que creían que las alternativas de origen vegetal a los lácteos, independientemente de su fortificación, pueden sustituir totalmente a los lácteos, la mayoría (86%) recomendaría cualquiera de las dos versiones. Por el contrario, el 61% de los que pensaban que la fortificación es un requisito para que las alternativas de origen vegetal a los lácteos sustituyan totalmente a los lácteos recomendarían solo las versiones fortificadas. Los que consideraban que las alternativas de origen vegetal a los lácteos sustituyen o complementan parcialmente a los lácteos estaban más divididos al respecto (es decir, aproximadamente la mitad recomendaría cualquiera de las dos versiones, mientras que el 43% solo recomendaría las versiones fortificadas). Por último, la mayoría (41%) de los que pensaban que las alternativas de origen vegetal a los lácteos no pueden sustituir a los lácteos no recomendarían estos productos en absoluto.
Cuando se les pidió que compararan el valor nutricional de las alternativas de origen vegetal a los lácteos con el de los productos lácteos, la mitad de la muestra (50%) consideró que las alternativas de origen vegetal a los lácteos eran nutricionalmente equivalentes a los lácteos. De ellos, una gran mayoría (75%) pensaba que la equivalencia nutricional depende de la fortificación de las alternativas de origen vegetal a los lácteos. Una cuarta parte de la muestra (25%) juzgaba las alternativas de origen vegetal a los lácteos como nutricionalmente inferiores, mientras que el 15% de los dietistas-nutricionistas pensaba que son nutricionalmente superiores a los lácteos, aunque las opiniones divergían sobre si la superioridad depende de la fortificación (es decir, el 48% pensaba que solo las alternativas de origen vegetal a los lácteos fortificadas pueden ser superiores a los lácteos).
Inclusión en las recomendaciones dietéticas
Una gran mayoría de dietistas-nutricionistas (78%) se mostró a favor de incluir las alternativas de origen vegetal a los lácteos en las recomendaciones dietéticas españolas, con solo una pequeña proporción (7%) en contra y un 15% que no se pronunció por falta de información. En general, el 33% de los dietistas-nutricionistas estaba a favor de incluir las alternativas de origen vegetal a los lácteos en las recomendaciones solo si estaban fortificadas con vitaminas y/o minerales, mientras que el 45% apoyaba su inclusión independientemente de la fortificación.
Las opiniones diferían en cuanto a quién debería recomendarse el consumo de alternativas vegetales a los lácteos, en caso de incluirse en las recomendaciones dietéticas. Aunque un tercio de los dietistas-nutricionistas estaba a favor de una recomendación general a toda la población, la mayoría estaba a favor de recomendaciones específicas. La mayoría de los dietistas-nutricionistas apoyaron la recomendación de las alternativas de origen vegetal a los lácteos a personas con dietas restringidas (por ejemplo, veganos, personas con intolerancia a la lactosa) (53%), adultos (41%) o personas que ya consumían estos productos (37%). Un Menos los recomendarían a edades más tempranas o avanzadas o a personas con problemas de salud específicos.
El apoyo a la inclusión de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en las recomendaciones dietéticas nacionales se asoció a varios factores. Los dietistas-nutricionistas que creían que las alternativas de origen vegetal a los lácteos son más respetuosas con el medio ambiente que los lácteos (51%) tenían más del doble de probabilidades de apoyar su inclusión en las recomendaciones dietéticas. Por el contrario, aquellos que percibían las alternativas de origen vegetal a los lácteos como más procesadas que los lácteos (36%) eran menos propensos a apoyar su inclusión. No obstante, las opiniones sobre si las alternativas de origen vegetal a los lácteos son más respetuosas con el medio ambiente y más procesadas que los lácteos fueron dispares. En cuanto al respeto por el medio ambiente, el 51% estaba de acuerdo con la afirmación de que las alternativas de origen vegetal a los lácteos son más respetuosas con el medio ambiente que los lácteos, el 13% estaba en desacuerdo, el 26% ni estaba de acuerdo ni en desacuerdo y el 10% no lo sabía. Asimismo, el 36 % estaba de acuerdo con la afirmación de que las alternativas de origen vegetal a los lácteos están más procesadas que los lácteos, el 22% estaba en desacuerdo, el 38% ni estaba de acuerdo ni en desacuerdo y el 5% no lo sabía. Además, el papel percibido de estos productos y el valor nutricional en comparación con los lácteos también predijeron las actitudes hacia la inclusión de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en las recomendaciones dietéticas. Creer que las alternativas de origen vegetal a los lácteos fortificadas pueden sustituir totalmente a los lácteos (29%) aumentaba en gran medida la probabilidad de apoyar su inclusión, en comparación con creer que las alternativas de origen vegetal a los lácteos solo pueden sustituir parcialmente a los lácteos (15%). Asimismo, los que creían que las alternativas de origen vegetal a los lácteos, independientemente de su fortificación, son nutricionalmente equivalentes a los lácteos (12%) eran más propensos a apoyar su inclusión en las recomendaciones dietéticas que los que no estaban seguros de esta cuestión (10%).
Otras percepciones
El 61% de los dietistas-nutricionistas creían que las alternativas de origen vegetal a los lácteos son generalmente más caras que los productos lácteos. Sin embargo, las opiniones estaban más divididas en cuanto al sabor de las alternativas de origen vegetal a los lácteos: el 46% estaba en desacuerdo con la afirmación de que son menos sabrosos que los lácteos, el 13% estaba de acuerdo con la afirmación, el 36% ni estaba de acuerdo ni en desacuerdo y el 4% indicó que no lo sabía.
Conclusión
Los resultados revelan que los dietistas-nutricionistas en España apoyan en general la inclusión de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en la dieta y en las recomendaciones dietéticas. Sin embargo, las opiniones varían en cuanto a su papel específico en la dieta y su valor nutricional en comparación con los lácteos, su necesidad de fortificación y a qué segmentos de la población deberían recomendarse. Estas consideraciones, incluidas las percepciones sobre el impacto medioambiental y el nivel de procesado, así como los patrones de consumo personales, pueden influir en las actitudes de los dietistas-nutricionistas hacia estos productos. Una orientación y una comunicación más claras sobre estos aspectos podrían ayudar a los dietistas-nutricionistas a tomar decisiones más informadas sobre la incorporación de las alternativas de origen vegetal a los lácteos en sus recomendaciones dietéticas.